sábado, 21 de agosto de 2021 | Ya te la sabes
¿Alguna vez te has preguntado qué sería la CDMX sin el Metro? Sí, sí, sabemos de sus fallas, aglomeraciones y demás asuntos que deben de ser arreglados pero más allá de eso, la movilidad de nuestra ciudad sería completamente diferente si no contáramos con esta infraestructura subterránea que mueve a millones de personas día con día.
Los trabajos para la planeación y construcción de la primera línea del Metro se remonta al 67 donde distintos especialistas de todas las ramas se dieron a la tarea de empezar este mega proyecto que transformaría por completo nuestra ciudad y la manera cómo nos movemos.
En ese mismo año, se creó el Sistema de Transporte Colectivo, un organismo público descentralizado que regula al Metro y con eso ahora sí manos a la obra ya con el visto bueno también de la población.
Muchos meses después, 27 para ser exactos, un 4 de septiembre se inauguró el primer tramo de la Línea 1 (la rosita, pues) con 12.6 kilómetros de extensión y 16 estaciones que iban de Chapultepec a Zaragoza.
Ya para 1970, con el mundial a la vuelta de la esquina se inauguró el tramo de Chapultepec a Juanacatlán y poco después hasta Tacubaya pero no fue hasta 1984 cuando se completó en su totalidad esta línea con las 20 estaciones que conocemos hoy en día.
Y esto sólo es una partecita de la historia ya que lo interesante fueron todos los descubrimientos arqueológicos que se dieron durante el proceso. Uno de los mayores hallazgos y que siguen en pie fue el de la pirámide de Ehécatl (el dios del viento), el cual lo puedes apreciar en la estación Pino Suárez.
Y para no hacértela tan larga, se pudieron recuperar hasta 13,000 piezas arqueológicas (¡¿Qué qué?!) entre los cuales destacan muros, adoratorios y altares, los cuales ahora son parte del Museo Nacional de Antropología e Historia.
¿Cómo te quedó el ojo? Ya nosotros te contamos un poquito de la historia pero ahora es tu turno que nos compartas alguna de tus historias en esta primera línea del Metro. ¡Nos leemos pronto!