jueves, 1 de julio de 2021 | Mi rumbo
Decía Frida Kahlo que ella había sufrido dos accidentes en su vida, un choque de autobús que la dejó gravemente lesionada y la llegada de Diego a su vida. En este blog no vamos chotear la historia de la famosa pareja sino que vamos a contarte un chismecito del transporte público que se cruza con la vida de Frida. Así que prepárate que puede que te guste (porque chisme es chisme).
El transporte público de 1925
Si algo hemos aprendido en Rumbo, es que la movilidad en transporte público avanza a pasos agigantados. Las rutas de ayer quizá ya no estén mañana, así como le pasó a los tranvías en 1925 cuando dejaron de ser los reyes de la ciudad.
Tras la Revolución Mexicana se paralizó el progreso en comunicaciones desde 1911 hasta 1917. Ese paro de actividades y el incremento del costo en la energía eléctrica que vino después, casi lleva a la quiebra al servicio de tranvías. Por ello se vieron en la penosa necesidad de aumentar el pasaje, lo que provocó que surgiera un grupo de emprendedores transportistas que crearon alternativas de transporte con precios competitivos.
Ahí tienes al ingenio mexicano, modificando sus autos para ponerle que su techo, que sus pasamanos, que los asientos… andaban inventando el autobús de pasajeros. Más allá del diseño industrial de las carroserías, su éxito se debe a que fue más fácil moverse por toda la ciudad porque estas unidades ya no dependían de vías o cableado. Así que pudieron expandier las rutas por los rincones de la ciudad que habían sido olvidados por el transporte público, tuvieron una opción de movilidad.
¿Qué tiene que ver todo esto con Frida?
La onda es que entre los nuevos autobuses y los tranvías había un pique canijo. Al principio los autobuses funcionaban como servicios complementarios del tranvía, pero su éxito fue irremediable y pronto reemplazaron algunas rutas de tranvía en su totalidad. Se cuenta que por aquella época se incrementó el número de accidentes de tranvía porque los conductores eran recompensados por arrollar a los nuevos autobuses.
Por si no conocías el chismecito de Frida Kahlo, por ahí de septiembre de 1925 ella andaba de novia con el ensayista Alejandro Gómez Arias. Para que no se les hiciera tarde, tomaron el camioncito que los dejaba en Coyoacán. Ya que iban por San Antonio Abad, se les atravesó un tranvía a la altura de la calle Cuauhtemotzín. Fue el choque que cambió radicalmente la vida de Frida, que hasta le dio para hacer su pintura más famosa La Columna Rota.
¿Y los rumbos de Frida?
Definitivamente no fueron los mismos. Ella solía trasladarse seguido de Coyoacán al centro de la CDMX porque ahí se concentraba la escena artística. Y mientras pudo usó el transporte público de la época sin hacerse la fifí. Pero luego del accidente, tuvo que concentrar sus actividades en Coyoacán. Hay tres lugares en el sur que debes conocer si quieres seguir literalmente sus pasos:
Ahora es conocida como Museo Frida Kahlo, pero ahí es donde vivió toda su vida. Ahí la iban a visitar Los Fridos, su grupo de seguidores y alumnos de la Esmeralda. Puedes encontrar rutas de transporte que te dejen ahí si pones "Escuela de Escultura y Pintura Frida Kahlo", en el buscador de Rumbo.
La Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda"
Aquí Frida Kahlo dio clases un buen tiempo. Se cuenta que era una profesora chida y radical. Estaría orgullosa de las intervenciones feministas en los monumentos. Y bueno, si no sabes cómo llegar en transporte público busca "Centro Nacional de las Arte"s en la app de Rumbo y conoce tus alternativas.
Finalmente puedes hacer la ruta trágica de San Ildefonso a Coyoacán. Todavía hay rutas que se van por todo San Antonio Abad que te dejan en Coyoacán. Afortunadamente ya es otro México y no hay una guerra entre transportistas de la que tengas que temer. De todos modos, cuenta con la app de Rumbo para avisarte de cualquier cosa que afecte a los servicios de transporte público que más usas para que viajes sin complicaciones.