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Zona Rosa: Rumbos, historias y diversidad

sábado, 26 de junio de 2021 | Mi rumbo

Un interesante debate surgió esta semana en redes luego de que un par de colectivos de la comunidad LGBT+ convocara a una conmemoración presencial de la 43 Marcha del Orgullo LGBTTTI+ de la Ciudad de México en medio de un repunte de contagios de Covid 19 en la capital. La discusión nos hizo recordar el proceso de apropiación de los espacios que hoy asociamos con el Colectivo LGBT+.

Hoy por hoy, la Zona Rosa, ubicada en el corazón de la colonia Juárez, alberga la historia de los enfrentamientos sociales por la igualdad y la afamada vida nocturna que abraza a toda la diversidad sexual sin importar la orientación. Sin embargo, el origen de este barrio nada tiene que ver con los bares, las luces y echarse dos o tres canitas al aire.

Los cimientos de la colonia que acoge a la Zona Rosa tienen su origen en los fraccionamientos porfirianos que se crearon luego de las migraciones que la élite de la época realizó con el objetivo de salir del Centro Histórico. Así surgió la colonia Americana (conocida en la actualidad como colonia Juárez), cuyas vialidades llevan el nombre de grandes ciudades europeas, por ejemplo, Liverpool, Hamburgo, Amberes, entre otras (a excepción de la calle Tokio) y en donde se levantaron grandes mansiones y casonas que años más tarde servirían como oficinas y centros de comercio e incluso secretarías de gobierno.

Hacia la década de los 50 del siglo pasado, la élite que aún quedaba en México y que se recuperaba de las vicisitudes de la Revolución Mexicana se mudó a Polanco, las Lomas de Chapultepec y Tecamachalco; por lo que, la colonia quedó disponible y las mansiones se transformaron en restaurantes, bares, librerías, teatros y se fraccionaron para alojar a la clase media-baja y media-media que aprovechó el esquema de rentas congeladas ofrecido por los gobiernos del “milagro mexicano”. Dicho esquema de pago permitió que la zona desarrollara estilos de vida intelectual, urbano y cultural en el margen del crecimiento poblacional que se vivía en las colindancias de avenida Paseo de la Reforma.

Entre Fuentes y Amor

En 1958 Carlos Fuentes publicó su primera novela La región más transparente. La popularización del texto, en donde se señalaba a este espacio como una “zona roja”, derivó en que un grupo de intelectuales que frecuentaba la zona la apodaran “Zona Rosa” en honor a la mítica imagen expuesta por Fuentes.

Ya para la década de los 70, Zona Rosa se convirtió en un punto de reunión pa’ quienes querían echar el chal con los cuates y para otros cuantos que asistían a las fiestas clandestinas en estacionamientos o terrenos baldíos del rumbo. Aunque la vida intelectual seguía llamando la atención (¿quién podría olvidar que Pita Amor vivía en la zona y se paseaba por sus calles recitando su poesía?), el boom de los movimientos que exigían acceso a derechos --particularmente de salud-- para los miembros del colectivo LGBT+ se adueñó de esos cafés y en 1974 abrió El Nueve, el primer antro gay de la ciudad, que fue un recinto en el que se buscaba generar un ambiente abierto para la diversidad sexual y libre de discriminación.

Hoy día, la calle Amberes es un referente para quienes desean abordar la historicidad de la pluralidad que representan las orientaciones sexuales e identidades de género. Desafortunadamente, el Covid nos sigue dando en la torre, por lo que tendremos que esperar un poco más para retomar la folclórica vida que la Zona Rosa ofrece; aún así, si el 26 de junio decides marchar en conmemoración de la persecución de derechos del colectivo LGBT+ no olvides usar cubrebocas, seguir las medidas sanitarias y mantener sana distancia. Si quieres saber cómo llegar de manera efectiva a conocer las calles de esta “región [tan] transparente”, descarga la app de Rumbo y como siempre, te tiraremos esquina pa’ que no te vayas a perder.

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